Imágenes sensibles: Dejan más de 70 cadáveres en plena plaza pública tras megaoperativo en Brasil
Los cuerpos sin vida fueron encontrados por los habitantes de las favelas de Río de Janeiro, que ayer fueron escenario de una letal operación policial
Los habitantes de Río de Janeiro recuperaron este miércoles decenas de muertos tras la megaoperación policial lanzada en la víspera contra el Comando Vermelho, una de las mayores bandas de narcotraficantes de Brasil.
El balance de fallecidos llega a 132, según cifras de la Defensoría Pública, una institución pública que recopiló los datos en los institutos forenses y en el lugar de los hechos, aunque el Gobierno regional solo ha confirmado 119 hasta ahora.
Entre los fallecidos hay cuatro policías y el resto, según las autoridades, son sospechosos de integrar la banda armada que presentaron resistencia.
La operación se desarrolló el martes en los conjuntos de favelas de Penha y Alemão, una zona empobrecida en la que viven 200.000 personas, y los enfrentamientos se extendieron a una zona boscosa en los cerros que bordean estas barriadas.
Esos bosques amanecieron este miércoles plagados de cadáveres tiroteados.
Los habitantes de la favela se movilizaron para buscar a sus familiares y, sin ayuda de las autoridades, se internaron en el bosque de madrugada para recuperar los cuerpos con camillas improvisadas.
Los cuerpos fueron depositados a primera hora de la mañana en una hilera de cuerpos tendidos lado a lado, en la plaza São Lucas, en Penha, a la vista de los familiares, curiosos y unos pocos periodistas. Según el medio de Brasil, Globo1, más de 70 cadáveres fueron depositados en el lugar.
“Los residentes del complejo Penha afirman haber encontrado más de 70 cadáveres y haberlos llevado a una plaza, donde fueron recogidos por la Defensa Civil del Estado”, indicá el medio brasilero.
Los furgones del servicio forense se fueron llevando los fallecidos poco a poco.
Rayune Diaz Ferreira, una de las habitantes de la comunidad, está en la búsqueda de su primo, e indignada por una operación policial sin precedentes.
“El Estado nos abandonó hace mucho tiempo y nos ha abandonado de nuevo. En esta masacre somos los residentes quienes cargamos con los cuerpos. Dejaron los cuerpos allí, en el bosque, y los residentes pasaron toda la noche, sin dormir ni comer, buscando y cargando cadáveres sin cesar”, dijo a la agencia EFE.