El congreso arcista en El Alto avanza tras acreditar a los delegados que encaminarán la “refundación” del MAS
La tarde de este sábado el Pacto de Unidad arcista dictó un cuarto intermedio para acreditar a cerca de 6.000 delegados de las organizaciones sociales
En la madrugada de este domingo se reinstaló el congreso arcista del Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP) en El Alto, el cual había entrado en cuarto intermedio el sábado a la espera de la acreditación de cientos de delegados de las organizaciones sociales que durmieron en los pasillos del coliseo Héroes de Octubre.
El Pacto de Unidad, el bloque de organizaciones indígenas y campesinas que convocó a este encuentro, admitió que algunos problemas logísticos afectaron la acreditación.
El objetivo es que con la dirección del presídium se elija a la nueva directiva del partido azul y se encamine una “refundación” con nuevos líderes lejos de Evo Morales. En la apertura del debate, los dirigentes pidieron unidad y un freno a la “dedocracia”.
De acuerdo con lo expuesto por la dirigencia, unos 6.000 delegados titulares están acreditados a la cita convocado por el arcismo, aunque también se habla de otros 6.000 representantes adscritos, aunque sin voz ni voto.
El complejo trabajo obligó a los dirigentes a dictar un cuarto intermedio en el encuentro debido a la labor que debía llevarse adelante con cada representante.
“Tenemos algunos retrasos a consecuencia del tema logístico, compañeros”, admitió una de las representantes la madrugada de este domingo.
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En primera instancia, las acciones debían reinstalarse a las 15:00, pero el dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Guery García, manifestó que se debe cumplir con la verificación de la militancia política de parte de los representantes del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Con la conformación del presidium, que dirige el magno evento, avanza el debate de las cinco mesas de trabajo que llevarán adelante sus sesiones por tiempo y materia.
Una parte de los organizadores esperaban la llegada del máximo dirigente del partido, Juan Evo Morales, para poder llevar adelante de manera plena las acciones que están en la agenda y que son observadas por delegados del TSE, pero el exmandatario no llegó.
En contrapartida, Morales y los rectores que lo respaldan anunciaron movilizaciones y alistan una reunión clave para definir las medidas de presión.
“Si no quiere de buenas, es de malas”, advirtió tras afirmar que tiene el respaldo de los expresidentes Nicolás Maduro y Luiz Inácio Lula da Silva y “expresidentes de izquierda”.