Richter: “Cuando todo resuena a crisis es el momento de andar y caminar entre la gente”
El portavoz del presidente advirtió sobre grupos de adulones que cercan a los tomadores de decisiones, los desconectan de la realidad y los mantienen anestesiados
“De forma solapada se gobierna, desde hace tantas décadas, con un marcado desinterés del sentir diario de la sociedad”, reza el punto de vista del politólogo y vocero presidencial Jorge Richter, que hizo un análisis coyuntural en el que advierte que “cuando todo resuena a crisis es el momento de andar y caminar entre la gente”.
El portavoz presidencial se refirió a este asunto en un artículo de opinión titulado ‘Antes del fin’, que fue publicado este domingo en las plataformas digitales de UNITEL, en donde dejó varios titulares relacionados con la situación del país, en el que hace una suerte de retrospectiva en la que refleja “las sociedades no pueden comprenderse por medio de un número”, en un desglose de seis puntos específicos.
“La complejidad de los acontecimientos que hoy signan la vida de los bolivianos no está representada por una estadística referencial y menos por un número (...) como si afuera de los espacios de decisión, oficiales, opositores y privados, importara nada el destino y las esperanzas de esos miles que bullen por las calles y que es la gente a la que refieren para salvar una repentina interpelación conciencial”, advierte el vocero en el primer punto de su análisis.
Del mismo modo, hace referencia -sin mencionar nombres- a la presencia de “grupos de adulones” que “cercan” a los tomadores de decisiones, los desconectan de la realidad y los mantienen anestesiados mientras ellos estrujan su espacio de poder.
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Richter hace mención a un resonar de crisis, tema que es negado desde el discurso estatal, tanto por el presidente Luis Arce Catacora y sus colaboradores del Órgano Ejecutivo, en un contexto en el que también afloran movilizaciones de diferentes esferas, que no solo hacen reclamos sectoriales, sino que unifican criterios en torno a la falta de disponibilidad de dólares y las fallas en el abastecimiento de combustibles, principalmente.
En esta línea, el vocero manifiesta que al asomar dificultades que no desaparecen, con sabor a complejidad y sensaciones de fracaso, es el momento de andar y caminar entre la gente, lejos de los comensales de lo que el propio Richter llama ‘la mesa chica’.
“Pegarse al hombre y mujer de la calle, hablar con algún jubilado, conversar con los jóvenes, mirar los rostros de aquellos que si no entienden qué pasa sí viven lo que sucede. Si quieres encontrarte no te separes de la gente, podría aconsejar (...) Observa y pregúntate el porqué de la angustia en los ojos de la gente”, complementa el analista.
Y es que el vocero también pone en manifiesto que los dogmas tienen siempre el mismo final con un binarismo que opaca otros espacios como el de construir dialogando y, desde su análisis, la dicotomía estatismo y mercadismo está agotada y se trasformó en un debate sin fin, donde la población también exige, necesita y demanda condiciones.
“Será permitido avanzar en un gran consenso nacional si pensamos en la necesaria asociación de mercado y regulaciones imprescindibles, empresas privadas y empresas nacionales estratégicas, seriedad fiscal y macroeconómica y reformas institucionales profundas en la organización del Estado. No es posible dialogar cuando te hablan desde la superioridad simplificadora. La economía de hoy es un mapa con rumbo necesario, una economía participativa y complementaria. De incentivos y entre todos”, concluye Richter.