La historia del chofer que murió haciendo fila por combustible tras 35 horas de viaje
Sus amigos lo recuerdan como una persona extrovertida, “que tenía sus travesuras” y señalan que la situación del transporte es cada vez más precaria.


Orlando Torrico Molina de 56 años es el conductor que perdió la vida haciendo fila por combustible en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. El chofer había llegado de Argentina tras 35 horas de viaje y decidió hacer fila por diésel. Se comunicó con su familia en la madrugada, solo horas antes de fallecer.
Sus amigos lo recuerdan como una persona extrovertida, “que tenía sus travesuras” y señalan que la situación del transporte es cada vez más precaria.
Orlando llegó esta madrugada desde Argentina y, tras dejar a sus pasajeros en la Terminal Bimodal, fue directo a hacer fila por diésel, en un surtidor cerca del barrio Polanco, en el tercer anillo de la capital cruceña.
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Cerca de las 06:00 llamó a su esposa y ese fue su último contacto. Poco después, le dijo a su ayudante que iba al baño del bus y falleció.
Según el fiscal Daniel Ortuño, la causa de la muerte fue por infarto agudo de miocardio, ya que el conductor tenía patologías de base.
Sus colegas del volante recuerdan a Orlando “El Ratón” como una persona amena y extrovertida.
“Siempre tenía sus travesuras, era un señor extrovertido, conocido como ‘Ratón’. Estábamos ya para mantenimiento y nos llegó la noticia. Se reporto a las seis (de la madrugada), normal, pero media hora más tarde llega la noticia como balde de agua fría”, dijo un chofer de la misma empresa.
Otro conductor señaló que la situación es extremadamente estresante y que los conductores no tienen otra que esperar.
“Bastante nos preocupa las filas, uno tiene que ir a casa a descansar, pero en Bolivia no podemos escoger trabajo y estamos sometidos a seguir la espera del diésel”, dijo.
Otro conductor afirmó: “Dense cuenta qué clase de trabajo desarrollamos los choferes. Todos los días estamos así, no sé quién puede mejorar esta situación. Hay un estrés entre todos los transportistas”.
Su familia recogió el cuerpo de la morgue judicial de la Pampa de la Isla. El hombre deja en la orfandad a una niña de dos años.