“Hay muchos más inocentes”: Sacerdote cuenta la situación del penal donde un hombre pasó 9 años por un crimen que no cometió

Miguel Sotelo fue un actor clave no solo para que Richard pueda salir libre por un crimen que no cometió, sino también para ayudarlo a sanar y vivir en un lugar que califica como un “basurero humano”

Publicación: Hace 6 horas
$output.data
$output.data
Richard recuperó su libertad y el papel del religioso fue clave, según los testimonios

La liberación de Richard Mamani, tras pasar nueve años en prisión por un crimen que no cometió, reabre una situación sobre el estado del sistema carcelario en Bolivia que fue puesta en manifiesto por el sacerdote Miguel Sotelo, quien lo acompañó en el penal de Morros Blancos (Tarija), advirtiendo que “hay muchos más inocentes que Richard” y describió la cárcel como “un basurero humano, un depósito de personas”.

“No es fácil vivir nueve años en una cárcel que prácticamente es un basurero humano, un depósito de personas. Las cárceles en Bolivia, más que centros de rehabilitación, son depósitos de personas que ahí los lanzan”, señaló el religioso en entrevista con UNITEL.

En su relato, cuestionó que jueces y abogados “miran papeles, no miran personas”, lo que hace aún más difícil que se haga justicia en un sistema que calificó de “podrido”.

MIRA AQUÍ: La historia de la falsa acusación que le quitó nueve años de su vida a un inocente

Sotelo, quien funge un papel de psicoterapeuta dentro del penal, ayudó a Richard a encontrar fuerzas para seguir luchando. Recordó que ambos ingresaron en 2016 (uno como servidor y otro como recluso) y que, desde entonces, fue descubriendo el caso de Richard.

“Nos reuníamos todos los sábados con 20 hombres. Logramos animarlo, fortalecerlo, que conociera su historia y tuviera esperanza de salir”, relató sobre el acompañamiento que brindó durante casi una década. “Logramos abrir este proceso y ver que este hombre era inocente. Y eso es muy doloroso, como él dice, ¿quién le paga su juventud ahora?”, reflexionó.

MIRA AQUÍ: “¿Quién me devuelve mi juventud?”: Hombre sale libre tras nueve años encarcelado por una violación que no cometió

Ante esta situación, el religioso exigió una transformación estructural del sistema penal y judicial, tildándolo de árbol podrido que hay que arrancar y fundar otro árbol que sane a las personas recluidas.

Según su experiencia, la fe también fue fundamental para que Richard resistiera, quien ahora a sus 28 apunta a reconstruir su vida que estuvo marcada por el encierro.

“Diría a jueces, fiscales, al Tribunal Supremo, que miren personas, no papeles. Una Justicia, que busca más dinero que verdad, está perdida. Nadie les pondrá dinero en sus cajones de muertos, les pondrán las obras que hicieron”, concluyó Sotelo.