El contrabando se impone en Pando, en una frontera que requiere mayor presencia estatal
Productos ilegales cruzan por rutas legales e informales, mientras autoridades se muestran permisivas, según la investigación. Esta situación no solo afecta la economía formal, sino que alimento a otros temas ilegales


El ingreso y salida ilegal de productos es un secreto a voces en la frontera norte de Bolivia. En Pando, región amazónica que limita con Brasil y Perú, se extienden 3423 kilómetros de frontera. Este amplio territorio, con escasa presencia estatal, se ha convertido en terreno fértil para el contrabando.
UNITEL se trasladó hasta la frontera y conoció de cerca la labor de Carlos, nombre ficticio de hombre con 40 años de experiencia en este tema, quien asegura que el sistema está corrompido desde sus bases.
“Son coimeados los de Migración, se han coimeados lo de la Aduana, son coimeados los policías, son coimeados los militares, todos son coimeados”, denuncia Carlos, quien prefiere no revelar su identidad.

En Cobija, capital pandina, existen dos pasos legales: el Puente de la Amistad y el Puente Internacional. En el primero, según evidencias, los controles son mínimos. Funcionarios apenas inspeccionan con linternas y de forma superficial los vehículos que cruzan.
La situación en el Puente Internacional es aún más crítica, donde los vecinos señalan que se puede pasar sin ningún tipo de control. Las imágenes confirman el testimonio de Carlos, quien señala que las coimas permiten el libre tránsito de mercancía.
“El pago depende de la cantidad de productos”, explica Carlos. “Hay algunos que ya son negociantes con los contrabandistas, sacan a quien estorba para que la coima la reciba uno solo y el otro pase libre”, detalla sobre las dinámicas que se advierten en los puntos de control.
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En los mercados de Cobija, el ingreso sin control de productos brasileños es evidente. Arroz, aceite y enlatados son parte de la oferta habitual. “La mayoría de todos los enlatados se consume de Brasil, muy poco de aquí”, comenta Lucía Méndez, comerciante local.
“La gran cantidad de productos que ellos consumen, normalmente entran del Perú o Brasil vía contrabando”, admite el viceministro de Defensa al Consumidor, Jorge Silva, al explicar que se intenta coordinar acciones estatales, pero también reconoce que “el tema político determina la actuación de las autoridades”.
El contrabando no solo fluye por rutas legales, durante la investigación se constató la ausencia de control en caminos ilegales y rutas fluviales, incluso se advierte la ausencia de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), lo que puede facilitar el desarrollo de otro ilícito: el narcotráfico.
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