Investigación ¿Cómo acceden los contrabandistas en la frontera al combustible boliviano que luego lo venden más caro en Brasil?
Un equipo de prensa de UNITEL se trasladó hasta Puerto Quijarro donde pobladores explicaron lo que ocurría. Se pudo evidenciar vehículos brasileños con placas bolivianas cargando combustible
Mientras en las calles y avenidas varias ciudades de Bolivia se forman kilométricas filas por combustible, en Puerto Quijarro hay vehículos que compran carburantes “hasta cinco veces por día” y luego lo comercializan recibiendo el triple de lo que pagaron.
Un equipo de prensa se UNITEL se trasladó hasta Puerto Quijarro y Arroyo Concepción, donde conductores bolivianos denunciaron que existe contrabando de combustible, afectando a los bolivianos que deben permanecer varios días a la espera de cargar sus vehículos.
“A veces es preferible llevarlo allá porque (el precio) es casi el triple de acá en Bolivia. Mucha gente trae de Bolivia a Brasil”, señaló un testigo que pidió mantener su identidad en reserva.
Durante el trabajo desarrollado por UNITEL se pudo evidenciar que un vehículo de alto tonelaje que tenía un placa boliviana en la parte frontal, en la parte trasera tenía una placa brasileña.
Precisamente, uno de los métodos que utilizan las personas que se dedican al contrabando de combustible es el uso de placas “truchas” que utilizan los camiones brasileños para llegar a surtidores bolivianos y cargar diésel o gasolina, subvencionados.
Esas placas bolivianas son prestadas a cambio de un monto económico.
A esto se suma que esos mismos camiones están con modificaciones en sus tanques, lo que les permite cargar mucho más combustible del que originalmente podían sus depósitos de fábrica.
“Sin chata, con placa trucha de Puerto Suárez, esos camiones son placa brasilera pero no sé de dónde sacan las placas, se cargan diésel y cargan hasta mil litros”, señaló otro testigo.
Una vez con el combustible lo trasladan a los centros de acopio y comercializan el carburante ganando hasta 2 bolivianos por cada litro. Es decir, en la venta de mil litros ganan unos 2.000 bolivianos.
MÉTODO DE LA ORDEÑA
Es un sistema más enfocado al contrabando hormiga. Las personas cargan con combustible vehículos pequeños o medianos como autos, minibuses, motocicletas. Una vez con el tanque a full se dirigen a un centro de acopio, desde donde comercializan el combustible, incrementando más del 100% el precio oficial.
Los conductores creen que existen funcionarios de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) involucrados en este contrabando.
La ANH en contacto con UNITEL se comprometió a continuar realizando los actores en toda la frontera con Bolivia.