Si se aprueba el diferimiento de créditos “las consecuencias serán nefastas para toda la economía”, advierte analista
La past presidente de los economistas cruceños dijo que la recomendación “es que en lugar de que se apruebe un diferimiento se haga una reprogramación de deudas” con una revisión “caso por caso”


El proyecto de ley impulsado por el Gobierno para suspender el pago de cuotas de créditos durante seis meses no solo puede comprometer la liquidez del sistema financiero y frenar nuevas colocaciones de crédito, sino puede afectar a otros sectores, advirtió Claudia Pacheco, past presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz.
La analista puso en mesa que en 2020 ya se aplicó la medida del diferimiento que “significó 3.500 millones de dólares que se paralizaron durante 10 meses y que afectó a nuestro economía”. En ese marco, advirtió que si se aprueba el plan “las consecuencias son nefastas para toda la economía”.
En medio de la pandemia la situación económica era compleja y la medida podía justificarse, “pero esto aún tiene un remanente de 784 millones de dólares que no se han devuelto”, puntualizó.
“Que se proponga un diferimiento en este momento, donde la coyuntura está exigiendo que haya reactivación económica, es altamente peligroso”, advirtió Pacheco.
La past presidente de los economistas cruceños dijo que la recomendación “es que en lugar de que se apruebe un diferimiento se haga una reprogramación de deudas”.
En su juicio, “es necesario que se revise caso por caso cuáles pueden diferirse y cuáles pueden reprogramarse, pero no obligatoriamente porque lo que dice el proyecto es seis meses”.
“O sea, nos quitaría liquidez seis meses y esto significa 2.600 millones de dólares” que “también (hay que) quitarlo del sistema financiero”, advirtió.
El flujo
Para la profesional en economía la “consecuencia más grave” que puede dejar esta medida, si llega a aprobarse, es “que deje de haber flujo en el sistema y que se pueda tener rotando el dinero que es necesario dentro de la economía”.
“Estamos cortando en realidad el flujo económico y dejamos de disponer dinero para que haya crédito productivo, de inversión y que se dinamice la economía, que en realidad es lo que estamos buscando”, sostuvo.
A la fecha, “el sistema financiero está estable a pesar de este diferimiento de 2020”, dijo.
No obstante, remarcó que pese a que “la mora ha aumentado y se están haciendo los pagos, el problema es que si en este momento” se aplica la medida “y deja sin liquidez frente a lo que viene para Bolivia sí podrían entrar todos los sectores económicos en crisis”.
En criterio de Pacheco, este tema debe ser abordado por los legisladores y el presidente que asuman el 8 de noviembre, que tomarán medidas para reactivar la economía del país.
“No hay fundamento técnico para nada y obviamente por eso estamos preocupados y pidiéndole a la Asamblea que no se vaya a aprobar”, remarcó.
¿Cuáles serían las consecuencias para el país se suma una crisis financiera a la crisis de la balanza de pagos y el déficit público que ya enfrenta el Gobierno?, se le consultó
“Bastante grave”, señaló Pacheco y mencionó los efectos que tiene el proceso electoral presidencial y las expectativas que surgen en este marco.
Dijo que “debido a la contracción económica, es decir, los agentes económicos o personas y empresas, están expectantes y esperando qué va a pasar en la segunda vuelta para ver si hacen inversión, vuelven a importar, para ver si van a producir”.
“Si no se les da las condiciones, y si el país empieza mostrar signos negativos, no solo vamos a tener una puntuación internacional nefasta, que ya nos ha golpeado bastante”, señaló.
Además, advirtió que “nos quedamos sin solvencia ni liquidez” y “tercero, no podemos acceder a créditos y necesitamos obviamente, se quiera o no, esa liquidez de divisas dentro de nuestro sistema financiero, dentro de nuestra economía, para poder restablecernos”
En ese marco, advirtió que “las consecuencias son nefastas para toda la economía”.
¿Es válido de que la mora actual es de 1,4%?, se consultó
“No es válido”, respondió Pacheco y argumentó que “hay reprogramaciones, diferimientos y aún falta pagar 784 millones de dólares”.
Explicó que “la banca ha crecido 1,5% interanual, esos son 1.300 millones, si aprobara este diferimiento son 2.600, dos años de crecimiento”.
“Entonces, su argumento es totalmente inválido y más bien queremos que entren en cordura para que no se apruebe”, sostuvo.
El proyecto busca beneficiar a los prestatarios de vivienda social, de micro y pequeñas empresas, que representan el 50% de la cartera, dijo la analista.
En su juicio, “en lugar de cuidar a estos sectores los están dejando expuestos y vulnerables a que no haya crecimiento”.
¿Qué sugiere? “No aprobarlo y, segundo, ver la recomendación caso a caso, que es viable y esa reprogramación nos dejaría con cierta estabilidad y cierta confianza en el sistema financiero que es lo que necesitamos se recupere”, remarcó.