En la Casa de los Niños trabajan para cuidar la integridad, salud y educación de varios pequeños
Los fundadores de esta asociación han ido criando a niños que han llegado en diferentes circunstancias para poder rescribir su historia. Son nuestros Cochabambinos de Oro


Ellos trabajan para educar y criar a sus hijos biológicos y de corazón, rescribiendo la historia de vida de cada niño que llegó hasta el centro en diferentes circunstancias, ellos son padres y educadores de la Casa de los Niños, que en esta oportunidad son: nuestros Cochabambinos de Oro.
La Casa de los Niños es una asociación sin fines de lucro que surge por iniciativa de un grupo de amigos que desinteresadamente ha acogido a poblaciones en desventaja y situación en riesgo en la ciudad.
“Nacimos así como amigos, como personas amigas que quieren compartir un cierto tipo de sueños, de ideales, yo aprendí mucho, en el fondo yo aprendí y dije, ¿por qué no me uno a ellos?, era un grupo bien formado, bien compaginado”, confesó Ari Gazzotti, uno de los fundadores.
La idea de ayudar a niños no solo en situación de calle, sino con alguna enfermedad grave, fueron los cimientos de la construcción de la Ciudadela Arco Iris, este espacio fue construido por los mismos padres, quienes actualmente cuidan la integridad de los pequeños.
La Casa de los Niños ha reagrupado a decenas de familias disfuncionales. En una primera instancia los niños fueron encontrados en calles, hospitales y trasladados hasta el centro, posteriormente los educadores los reagruparon con mamá y papá para que puedan tener una segunda oportunidad.
“Este centro se ha venido conformando con niños y después hemos buscado a las mamás y a los papás, porque Dios nos ha enseñado que todos hemos nacido en una familia”, dijo Gazzotti.
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“Yo llegué hace bastantes años ya, me cambió de vida, me sacó de la calle, yo había perdido a mis hijos en ese entonces; mis hijitos eran muy pequeños cuando ya él (el fundador) me ayudó a recuperar a mis hijitos”, reveló una de las madres de los niños.
Los papás que viven en la casa de los niños aprendieron que el amor va más allá de un lazo sanguíneo y decidieron adoptar a otros pequeños en muchos casos con discapacidad que actualmente son parte de su familia.
“Buscamos también a mamás sustitutas que nos ayudan en el cuidado de niños, no es solamente un cuidado físico, es también un cuidado del alma, del corazón”, dijo.
Los papás también hacen de educadores en la Escuela Arcoíris, que forma parte de la Casa de los Niños, cada aula es totalmente inclusiva, cada maestro enseña con amor y paciencia.

Esta asociación no recibe ningún tipo de financiamiento y trabaja con recursos propios y la ayuda de familias cochabambinas solidarias, sin embargo, su amor por los pequeños los motiva a seguir con el sueño.
Por su nobleza y solidaridad, por amar más allá de los lazos sanguíneos, por cuidar la integridad, salud y educación de los niños, los papás y educadores de la Casa de los Niños son nuestro Cochabambinos de Oro.