Ayudar sin mirar a quién: los bomberos GEOS de La Paz
La Paz es una ciudad de grandes emergencias, no cabe duda, y eso está sembrando en algunos jóvenes la costumbre de ir en ayuda del otro. Los bomberos GEOS (Grupo Especial de Operaciones de Salvamento) son voluntarios anónimos que devuelven la ilusión en las horas más tristes


Martes 20 de febrero, el río La Paz se llevó el camino y algunas construcciones en Umamanta. El contexto es importante porque jóvenes voluntarios acudieron en ayuda de quienes los necesita
“Hay casas que estaban en riesgo, ahí hemos ido a ayudar a evacuar. Se ve en la actitud de las personas que se sienten bastante shockeadas por lo que les está pasando y tener a alguien que les pueda ayudar, siempre es una gran diferencia”, dice Matías Ballivián, bombero voluntario de GEOS.
El uniforme amarillo, un casco, botas de seguridad son aparentemente lo único que tienen en común los bomberos voluntarios, eso y la vocación de ayudar a los demás.

“Tienes que dar incluso momentos que podrías estar con tu familia por ir a apoyar a cualquier emergencia. Son personas muy fuertes, muy capaces y muy entregadas. Sentir que pudiste ayudar en algo es muy lindo”, asegura Gladys Quezada, una joven bombera voluntaria.
Jóvenes de distintas partes de la ciudad de La Paz y con distintas historias, en ocasiones, optan por dejarlo todo, probar de que pueden ayudar al prójimo, aunque a algunos les cueste aceptarlo.
“Sobre todo la familia es la que te dice que ‘es peligroso’, ‘que no deberías de hacer’, pero de todas formas si nosotros no ayudamos no va a haber tanta gente que los pueda ayudar a las personas afectadas”, agrega Matías.

Obviamente hay algo de miedo, pero dicen que dejarse intimidar por el riesgo sería perder la batalla. Con puro amor para atender las urgencias, jamás han pensado en abandonar a quienes solicitan su ayuda.
MIRA AQUÍ: Palca, Mecapaca y Achocalla son los municipios más golpeados por las intensas lluvias en La Paz
“Puede ser que tú tengas mucho miedo para una situación, pero si ves a alguien en quien confías, a quien quieres, que te importa, te olvidas de todo el miedo que existe y tu misión está en ayudarle y apoyarle”, asevera Alejandra Rojas, camarada de Matías y Gladys.
Entrenan, se preparan, están salvando vidas, lo entregan todo. También tienen la certeza que todas las veces que soñaron en ser voluntarios y todos los meses entregados tienen un premio.

“Encima de todo está las ganas de ayudar, a veces estoy demasiado cansado, pero siempre saco las fuerzas para estar en la emergencia, para poder ayudar a los demás ya sea una persona o un animal. Un ‘gracias’ para mí es suficiente, no necesito más”, dice Adrián Baldiviezo, otro de estos valientes bomberos.
Anónimos evacuando hogares, descendiendo ríos y escalando montañas, han sido un respiro y el alivio de tantas familias en emergencia, ¿en qué otro lugar alguien faltaría a su trabajo o clase para ayudar a un desconocido?
Lo cierto es que no hay pago alguno y el trabajo es duro. Ayudar a otros es su trabajo, así lo decidieron y quieren que más se sumen. Su esmerado trabajo, sin pensar más que en el bien del prójimo, su trabajo y dedicación los convierten en Bolivianos de Oro.